martes, 24 de febrero de 2009

3 comentarios:

  1. Vaya panorama de futuro. Prometeo, el dios “tramposo” que se opone a la justicia de Zeus -robando el fuego para que la humanidad sobreviva-, el dios que representa el paradigma del conocimiento da nombre al futuro monopolio de la realidad, a la uniformidad todopoderosa de interpretar la realidad. En todo ése escalafón de reflexiones se olvida el lado humano del hombre. Toda acción humana sería predecible si no tuviésemos corazón, si el lado emocional no existiera… pero los más grandes y poderosos acaban llorando, o rindiéndose a sentimientos que no atienden a fórmulas tecnológicas. Cualquier Aquiles tiene su talón…
    Ésta magnificación del mundo digital al que el hombre acabará rindiéndose como los marinos a los cantos de sirena en la Odisea, siempre encontrará un Ulises que nos libere de una "esclavitud virtual" despojada de los altos valores de la virtud. (www.claudionaranjo.net/pdf_files/sat_education/educacion_moral_sin_moralismo_spanish.pdf).

    El video alude lateralmente a la ya consabida relación entre detentar el poder y dominar los medios de comunicación, pero lo plantea bajo el paraguas de la creciente e inevitable demanda social que justifica la monopolización de los medios. El planteamiento es engañoso. El futuro está tan pletórico de posibilidades que todos escogerán la misma: Identificarte con otro yo virtual. Comienzas siendo un “prosumer” y acabas siendo otro tú, el que deseas ser gracias a la tecnología, un avatar del todopoderoso Prometeus.

    La mayor capacidad de producción de cualquier cosa –en éste caso información/comunicación- conlleva un peligro: Que la globalización del medio afecte a la globalización del contenido. Y de ahí a la uniformidad del pensamiento.
    Las leches envasadas en tetrabrik tienen sabores tan uniformes que es difícil encontrar diferencias. El proceso, (envasado, pasteurización, conservación, etc) va relegando el sabor de la leche original a niveles homeopáticos. Se comenta que los bebés cuyos biberones se hacen con ésta leche soportan cualquiera de ellas, pero cuando le ofrecen leche fresca (la del día) no la toman, como la leche de vaca recién ordeñada de mis abuelos, cremosa, con el calor de la ubre, con sabor a hierba del campo donde ésa misma tarde había estado tumbado mientras pastaba el ganado…

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  2. Supongo que tus padres o abuelos también preferirán ir a la ventanilla del banco a sacar dinero (y hablar con el emplead@) en vez de sacarlo en el cajero o pagar con tarjeta.
    Cuando voy a pagar la mensualidad del piso suelo encontrarme con muchas personas mayores que acuden a la ventanilla para sacar su fajo de billetes y a conversar sobre sus problemas. Los jóvenes, por lo general, nos solemos cagar en el/la señor@ que nos está haciendo perder el tiempo. Lo curioso es que ese trato personalizado sólo se lo conceden a los mayores porque si yo voy a sacar dinero a la ventanilla me miran mal y me dicen que lo podría haber hecho en el cajero, incluso para hacer mis ingresos mensuales ya no tengo que pasar por ventanilla gracias a una amable empleada que me enseñó a hacerlo desde el cajero.
    Si lo piensas no difiere mucho de tu ejemplo. No voy a discutir a la señora que prefiere un trato personalizado y que rehúsa de aprender el funcionamiento de los cajeros pero siendo sensatos si tod@s hiciéramos lo mismo harían falta muchísimos más empleados, sucursales y tiempo de espera la hora de sacar dinero de nuestra cuenta. Tu planteamiento está muy bien, con el recuerdo de tus experiencias infantiles, pero seguro que no tendrán ese mismo recuerdo l@s niñ@s que contrajeron brucelosis o tuberculosis , ni tampoco las embarazadas que enfermaron por culpa de la bacteria “Listeria”, ni tampoco tod@s los que sufrieron gastroenteritis o les quedaron restos de antibióticos en su organismo. Creo en la ciencia y tecnología siempre que sea respetuosa con la naturaleza y si se pasteuriza le leche desde el siglo XIX por algo será. Otro tema sería el tipo de explotaciones ganaderas que tenemos hoy día y la crueldad animal que en ellos se practica, pero este es otro tema.
    Creo que los humanos tenemos tendencia a ser “segurolas” por naturaleza, “si algo va bien para que cambiarlo” como dice un anuncio publicitario. No queremos arriesgarnos a cambiar de coche, de casa, de ciudad e incluso de novia, nos da vértigo. Rechazamos lo nuevo de primeras sin conocimiento de causa pero afortunadamente también somos capaces de aceptarlo a pesar del rechazo inicial. Aquí es donde quería llegar, debemos de ser inteligentes y racionales dejando las puertas abiertas a cualquier cosa mejor venga de donde venga y aunque contradiga nuestros esquemas previos.
    Saludos.

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  3. Hola:
    me han resultado interesante el vídeo y lso comentarios posteriores.
    No se puede parar el río sólo es necesario hacer a las personas más reflexivas para usar cualquier nuevo objeto o herramienta. La educación nos servirá para seleccionar aquello que resulte más beneficioso para als personas y para la comunidad.
    Saludos.
    José A. Muñoz

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