martes, 21 de abril de 2009

Comentario 2: Mente y TIC

Publicado por Fernando Sáez Vacas en la revista EL Cultural, 11-09-2008.
¿Cambiará Internet nuestra forma de pensar? Y, si es así, ¿en qué aspectos cognitivos provocará modificaciones?
¿Qué debe hacer la escuela ante esta situación: resistir, desarrollar nuevos modelos para las nuevas situaciones…?

- Comparto la opinión reflejada en el artículo en la que se hace responsable a internet de cambios en los procesos cognitivos, principalmente relacionados con la capacidad para concentrarse durante un tiempo prolongado en una misma tarea. En la propia web es muy fácil encontrase con personas que opinan al respecto, de momento con más humor que preocupación.
Gracias a la red tenemos acceso inmediato a todo lo que pueda ser enviado a través de datos y cada vez de manera más rápida. Tantas posibilidades que a veces no sabes por dónde empezar. Queremos información rápida, las respuestas a ser posible en imagen o video, cortar y pegar y a otra cosa.
De todos modos no creo que internet sea el único responsable del cambio de mentalidad. Los medios de comunicación/ publicitarios también favorecen este tipo de comportamiento.
Cada uno es libre de usar la red para lo que quiera pero al igual que la televisión y el resto de medios de comunicación su influencia es inevitable. De todos modos no todas las consecuencias creo que sean negativas, también se puede generar una mayor capacidad para atender a varias cosas a la vez, “multitasking” (hacer o atender a varias cosas a la vez).
Con el tiempo creo que habrá una mayor concienciación social ya que las consecuencias serán más obvias y, aunque tarde, una reflexión sobre nuestro comportamiento siempre será buena.
Respecto al papel de la escuela, creo que debe adaptarse a la situación ya que no tiene sentido educar para el pasado. La escuela ha de facilitar el aprendizaje de todo lo que resulte útil en la sociedad actual con vistas a un futuro próximo. Por lo tanto, creo que es importante que la escuela cuente con el respaldo necesario, social y político, para instruir de manera eficiente en las nuevas tecnologías. Por ejemplo con el Plan Avanza (2005-2010) que desarrolla el Gobierno en colaboración con las comunidades autónomas con un presupuesto de 5.700 millones de euros, y del que ya se han beneficiado más de 6 millones de alumnos y 500.000 profesores de los colegios españoles. Bajo el lema “aprende, enseña”, este encuentro ha servido para acercar a los docentes españoles a “la sociedad de la información y la comunicación de una forma innovadora”, está demostrando las posibilidades de las TIC en la mejora de los procesos educativos a través de casos y experiencias reales. Cumplir con estos objetivos sería muy positivo para la calidad de la enseñanza.

3 comentarios:

  1. Efectivamente, posiblemente sea internet la punta del iceberg en la transformación de nuestro pensamiento. Y aquí lo estamos analizando como causa, cuando es posible sea la consecuencia. Un instrumento que ha encontrado caldo de cultivo en una sociedad mosqueada ya con la física newtoniana…

    Ante la aparente evidencia de las transformaciones de la infotecnología en nuestros comportamientos se me ocurre pensar que:
    Esa dualidad “teoría” versus “práctica” cuya distancia se presume debería reducirse para que los conocimientos y sus aplicaciones fueran más efectivos están creando un peldaño cada vez más alto en la escalera que conduce de lo mental a lo manual.

    Toda la información que se procesa en el proceso educativo (proceso mental principalmente) acaba teniendo aplicaciones finales que dependen de nuestras manos, - por resumir en ellas el ejercicio que la información captado por los cinco sentidos procesa con el saber-. Hasta el más tecnológico de los cirujanos acaba palpando al paciente –incluso a través de un artilugio como un robot- y la construcción más avanzada de nuestras ciudades acaba generando polvo.

    Pero está pasando que un nuevo sexto sentido está surgiendo. Y depende exclusivamente de la vista y el oído. Un nuevo sentido híbrido vista-oído que podríamos llamar “vistoid” moldeado exclusivamente para captar el horizonte digital. Un sentido super-aséptico que discrimina cualquier sensación nacida del contacto personal físico. Algo así como el periscopio de nuestro barco que se hunde y se metamorfosea en submarino necesita para seguir existiendo en un nuevo universo digital…

    Resistencias como la puesta en práctica por el autor del artículo con sus alumnos potenciando la “analogodigitalidad” quedarán suscritas en un futuro a la historia de los últimos héroes que abanderaban una cultura profunda y permanente en un mundo cambiante. Heráclito se pondrá de moda (todo fluye y cambia). Cualquier raíz no hace justicia a nuestra condición pasajera y de caducidad creciente.

    Pero los avances, además de proponer nuevas formas y modos, sirven para reproducir mejor las antiguas. Para los nostálgicos analógicos la digitalidad permitirá mantener una realidad virtual tan parecida a la real que acabarán sucumbiendo ante la similitud. Ya hay libros digitales que se leen en el monitor como si lo tuvieras entre las manos (http://www.interlectores.com). Cuando asocien un archivo de sonido al paso de las páginas e incorporen un kit oloroso a papel de imprenta será el acabóse.

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  2. A ti no hay por donde cogerte. Rechazas la leche en "brik" pero apoyas los libros digitales, eh?
    Muy interesante tu apreciación de internet como consecuencia más que como causa, estoy completamente de acuerdo.
    Una vez más, gracias por tu inagotable interés creativo Ideas in vitro.

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  3. Victor, aclaro: Ni rechazo ni apoyo nada. Enuncio un estado de la situación. La leche en brik, como paradigma de un sabor globalizado consecuencia de su proceso comercial de envasado y distribución ( el argumento de su asepsia al que aludes es una coartada secundaria). Los libros digitales, como una consecuencia –inevitable- de buscar aplicación para todo por la omnipresente infotecnología, esa especie de aspirina supercompatible para cualquier necesidad.
    Tanto uno como otro caso son ejemplos de progreso que asumen un implícito sentido de culpabilidad. Los briks imprimen coloristas paisajes en el cartón con las vaquitas felices en verdes prados aludiendo al sabor, al olor, al color, que tenía antes –como la de mis abuelos- y ya no tiene. Los libros digitales en su intento de imitar a los de papel, -solo falta el chasquido de las hojas o el sabor a imprenta- no disimulan el reconocimiento de sus carencias.
    Tanto los niños alimentados con leche en brik como los que hoy se educan con tablets son nativos digitales. No son sensibles a ésos eufemismos. Acostumbrados a encontrar la misma leche en cualquier parte del mundo o a tener una pantalla con un hipertexto se pueden morir de la risa si les contamos que para leer/estudiar un libro antes debíamos tener otros cuantos de apoyo encabezados por varios diccionarios, o que la leche se diferenciaba según su localización, debía hervirse y caducaba de inmediato.
    Estos nativos digitales se encuentran con la herramienta y los medios consolidados, por lo que no serán sensibles a modificaciones cognitivas o de pensamiento. Como tampoco lo fuimos nosotros respecto al cambio del pergamino al manuscrito y de éste a la imprenta o –si seguimos retrocediendo- al cambio de la lectura en voz alta por la lectura interiorizada/en silencio.
    Por satisfacer tu implícita petición de posicionamiento diré que prefiero tomates con sabor a huerta que los de invernadero digital. ¡Bienaventurados los que no saben de los primeros porque ellos alcanzarán fácilmente el cielo en la abundancia de los segundos!

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